EL LLAMADO DEL SILENCIO
Por el Coyote Alberto Ruz
Mayo 3, 2011
Hay momentos en los que el silencio dice más que las palabras y los gritos, y hay momentos en que es preciso no callar y decir las cosas, fuerte y de frente, sobre todo aquellas que pocos o nadie se atreve a decir.
Desde que Javier Sicilia tomó la palabra y acalló su poesía aquí en México, miles de nosotros, aquí y allá, hemos resonado con sus gestos, su dolor, su ira, su rezo, sus denuncias certeras y sus convocatorias a hacernos voz y presencia en las calles, las plazas, los medios de comunicación y ante las autoridades todas. Y ahora, nos invita a sumarnos, multiplicarnos, a responder al llamado del silencio, en todos los rincones de la Tierra donde se escuche la voz de ese silencio.
“La Marcha Nacional de la Paz, con Justicia y Dignidad: Estamos hasta la Madre,” que saldrá el 5 de mayo de Cuernavaca rumbo a la ciudad de México, para llenar la capital de silencios el domingo 8 de mayo, se está convirtiendo por efecto de los ecos y rebotes, en un llamado que rompe geografías y fronteras, unificándonos más allá de las palabras, las ideas, las emociones, las creencias, los intereses y las alianzas coyunturales.
Acudiendo a este llamado a nuestra dignidad como ciudadanos indignados, vamos a salir a las calles para acallar nuestra indignación con una voz más potente que los insultos, la voz de una presencia que expresa la voluntad de que las cosas no sigan como están, y que nuestra fuerza unificada se transforme en capacidad auto-organizativa para recuperar el poder personal y social que nunca debíamos de haberle cedido a ningún otro.
Vamos a salir a decir sin palabras que los partidos por los que votamos nos parten; que las religiones y las iglesias que les construimos no nos religan sino que nos dividen; que tanto a la corrupción como al tráfico y el consumo de ilícitos contribuimos tod@s; que la violencia, las guerras, los ejércitos y los enemigos los traemos tod@s dentro; que las mentiras, y falsedades que se publican y nos embuten día y noche se han convertido en nuestro alimento favorito y que los héroes y demonios que nos fabrican en el mercado y después nos venden, son las dos caras de la misma farsa.
Vamos a caminar dando pasos para dentro, y en ese andar, mirar de frente qué nos pasa, cómo y porqué es que hemos llegado hasta donde hemos llegado, y cómo podemos desandar lo mal andado, para retomar un curso que nos permita mirarnos de nuevo a los ojos, los nuestros y los otros, sin sentirnos avergonzados de asumir nuestra parte, pues solo de ese reconocimiento pueden surgir nuevas cosas.
Y ante el carnaval mediático trasnacional montado por esa parte de nosotr@s mism@s que nos hace ilusionarnos como cenicient@s y blanca nieves con los detalles banales de las bodas reales; con esa parte de nosotr@s que nos ilusionamos con el montaje diabólico de una pésima telecomedia y de un obvio teledrama barato celebrando la venganza y el triunfo de las fuerzas “del bien” contra las fuerzas de los terroristas “infieles”, no seremos sus cómplices ni saldremos ni a festejar, ni a descargar nuestra frustración y justo enojo, sino a contenerlo dentro para que cuando le toque salir, esté bien sopesado, maduro, y sepamos a dónde dirigirlo.
El ocho de mayo vamos a recorrer en silencio, desde el campus de la UNAM hasta el centro histórico de Tenochtitlán-DF. Para demostrarnos a nosotros mismos que podemos hacerlo, que podemos acallar nuestros gritos y amplificarlos con el poder de nuestro intento colectivo. Sabiendo que esos mismos días, miles, docenas de miles de nosotr@s estaremos haciendo lo mismo, en otras ciudades, en otras avenidas, en otras plazas y en otros países, puesto que nos reconocemos como ciudadanos del mundo compartiendo un mismo destino planetario, con una visión semejante, caminando las palabras de tod@s los que nos antecedieron.
Desde las selvas mayas, desde las montañas de Morelos, desde el norte, el sur, el oriente y el poniente, desde más allá de las fronteras, los desiertos y los mares, somos cada vez más quienes diremos, con y sin palabras: ¡LA PAZ NO ES EL CAMINO, EL CAMINO ES LA PAZ!
Te invitamos a convocar y organizar tu propia Marcha en donde quiera que estés. Envíanos tus convocatorias y los reportes de tus llamados para tener idea de cuántos ecos responden a este silencio.
Para mayores informes y detalles de los recorridos de las Marchas en México y en otros países del mundo:
Marcha Nacional por la Paz con Justicia y Dignidad